jueves, 28 de febrero de 2008
EL MIEDO QUE TENGO
El miedo que tuve, no lo querais saber. Es peor si pienso. No me hagais pensar otra vez. Pero puestos a pensar, creo que lo tengo que expulsar de mi, lo tengo que contar. Ahora pienso que me he acostumbrado, pero no me acostumbro ni en broma. Me desacostumbra de golpe, tan solo con pensarlo, el miedo que tuve, el miedo que tengo, el miedo que aun me dura solo con pensarlo.
Este miedo que tengo aparece en los lugares mas inesperados. Puedes estar tranquilamente disfrutando de las espectaculares ruinas mayas de Tikal y derepente aparece. Puedes estar tranquilamente subiendo las escaleras que llevan a lo alto del templo V y derepente..Zas!!
Otras veces mucho antes ya se que va a pasar, y si estoy en medio de las escaleras del templo V, me agarro a la barandilla dispuesto para hiperventilar. Pero el miedo solo asoma un poco y se va, y continuo subiendo por la escalera y pienso que va a ser interesante cuando se decida de veras el miedo que tengo.
Y llego arriba, y vaya si se decide a salir, el panico se apodera de mi. Camino por el borde y... Chac!! Se que tendre que estar muerto, muerto!!! Como no tenerlo, el miedo que tengo, el miedo que tengooo!!!
De verdad que no se como sobrevivi. Una vez arriba, despues de dos pasos tuve que ponerme de rodillas y caminar poco a poco. No era capaz de ponerme de pie, el miedo me obligaba a ir a gatas, cin importarme lo que la gente pudiera decir. Pero un pequenyo momento de lucidez me hizo coger la camara y grabar este video de despedida.
Afortunadamente, a pesar de la espeluznante vision que tenia desde lo alto del templo, pude afrontar la situacion y muy poco a poco fui descendiendo por la vertiginosa y peligrosisima escalera hasta pisar tierra firme. Una vez en el suelo, no pude reprimir mi alegria y grabar este video.
Este horripilante momento casi eclipsa los grandes momentos que estoy viviendo en Guatemala. Empezando por mi paso por la frontera Mexico-Guatemala y acabando por los divertidos e instructivos dias que estoy pasando en La Antigua.
Siempre recordare como pase la frontera. Toda una odisea. despues de mi paso por las ruinas de Yaxchilan, el paso fronterizo mas cercano entre Mexico y Guatemala era a traves del rio Usumacinta. Lo primero que tuve que hacer para poder ir a Guatemala fue regatear energicamente con el barquero ya que al ser la unica persona que iba a cruzar la frontera en ese momento, el precio por la barca para uno solo era caro.
Una vez llegamos a un acuerdo, nos dispusimos a recorrer el rio Usumacinta hasta el poblado Guatemalteco de Bethel (40 minutos en lancha).
Cuando llegamos a Bethel, el barquero me dejo en la orilla del rio. No en un embarcadero, no a nivel de calle, simplemente en la orilla. Desde la orilla, con la mochila a cuestas, tuve que escalar hasta el pueblo por una pared fangosa, empinada y llena de arboles. La verdad es que no fue nada facil. Una vez arriba, tras una rapida inspeccion visual, me di cuenta que alli solo habia un par de casitas de madera y un camino. Donde estaria la oficina de inmigracion? Por suerte una mujer en una hamaca me indico. Afortunadamente sus indecaciones no fueron nada exactas ya que una indicacion exacta me hubiera desmoralizado. Los dos kilometros que tuve que caminar bajo un sol abrasador, cargando la mochila, se hubieran hecho interminables si llego a saber que son dos kilometros y no 150 metros como me dijo la mujer. Es una lastima que no tenga ningun documento grafico del ultimo kilometro pero este video de los primeros metros no deja de ser un documento decente de mi caminata bajo el sol Guatemalteco.
Despues de tanto ejrcicio tuve la suerte de poder descansar 40 minutos en la oficina de inmigracion mientras hablaba con unos ninyos que vendian comida y bebida.
domingo, 24 de febrero de 2008
ANIMALITOS
He visto animalitos paseando juntos. He visto animalitos durmiendo juntos.
He visto caballos y ponis, una sepia y un calamar, un cerdito y un gran danés, un loro y un asno, un guardabosques y un ruiseñor.
He visto un gato unirse a una manada de suricatos. He visto un ciervo meterse en la boca de una serpiente. He visto un grupo de ocas seguir el vuelo de un ultraligero. He leido que una condesa dejó su herencia a sus ovejas.
He visto un lagarto y un capellán, una manta y un oso, un ser humano y un orangután.
He visto un cuervo con un reloj de cuco matando el tiempo. He visto un mono desparasitando un parvulario entero. He visto un topo cruzando el río sobre un cocodrilo. He leido que los perros y los gatos són amigos.
He visto animalitos paseando juntos. He visto animalitos durmiendo juntos. He visto animalitos comiendo juntos. He visto animalitos.
La verdad es que, aunque no de una manera tan exagerada, he visto muchas cosas raras y muchos animalitos en lo que llevo de viaje. Empecé poco a poco, perimero pude ver animalitos encerrados en el zoo de la Ciudad de México. Luego, en Zihuatanejo, ya observé a multitud de pajaritos y pajarracos y pude ver a un pececito meterse en la boca de un pelícano.
Una vez llegué a Puerto Escondido mis experiencias con animales aumentaron. Primero fuí acorralado por un perro rabioso en un callejón. El perro babeaba y me gruñía pero finalmente pude salir ileso. Después, miles de animalitos semitransparentes llegaron a la arena de la playa arrastrados por el mar. No se que debían ser pero su transparencia me hacía pensar que podían ser un tipo de medusas o por la forma una sepia o un calamar. También pude disfrutar en Puerto Escondido de la compañía de un gallo que no solo cantaba por la mañana sino a todas horas.
Después de apreciar la fauna de Puerto Escondido me dispuse a observar los diferentes especímenes de San Cristobal de las Casas. San Cristobal, ciudad chiapateca famosa por ser el lugar donde ocurrió el primer alzamiento zapatista en 1994, reune todas las características para albergar todo tipo de animalitos y animalejos. Es una ciudad colonial muy bonita con sus calles adoquinadas y casas de colores. Además, posee gran cantidad de cafes, bares y restaurantes donde todos los días tocan música en directo. Todas estas características de la ciudad unidas a la gran cantidad de indígenas que viven en la zona y a la marabunta de turistas que la visitamos, despertó en mi el espíritu Rodriguez de la Fuente haciendome observar detenidamente la fauna del lugar. Desgracuadamente por problemas técnicos con el material fotográfico, no dispongo de fotos para enseñaros la bonita fauna de la ciudad. Sólo una pequeña pincelada con este video de la ciudad.
Lo más divertido de la ciudad es la amplísima gama de especímenes humanos. así, cuando sólo llebaba un día en San Cristobal me vi sentado en una mesa de un bar, acompañado de una americana que es cantante de salsa, una australiana que está dando la vuelta al mundo, un indio que no hablaba español, una chilena muy hippie, un mexicano muy bohemio que ha viajado por todo el mundo, un indígena de chiapas igualito a los indios de las pelis y más tarde otro indígena que dijo que podía curar el dolor de barriga de la australiana con las manos y la mente.
Los alrededores de San Cristobal tampoco tienen desperdicio, por eso me decidí a tomar el transporte público para ir a la cercana localidad de San Juan Chamula. El transporte público también es digno de mención. Para llegar a San Juan Chamula tuve que tomar un colectivo. Este medio de transporte se caracteriza porque nunca sabes donde está el límite de gente que puede transportarse. En este caso nos metimos 17 personas en una camioneta de 8 plazas conducida por un niño que como máximo tenía 14 años.
De los 17, el único que hablaba español era yo, el resto eran indígenas que hablaban en su lengua maya. Después de 15 minutos de viaje llegamos a San Juan, donde lo que vi no creo que sepa explicarlo con exactitud pq es una mezcla de ritos y curanderismo indígena con religión católica. Una cosa muy rara.
Teniendo en cuenta todos los tipos de animalitos y animalejos humanos que nos juntamos en la zona, las manadas de perros que pasean juntos por San cristobal, los gatos, caballos, gallinas y demás animalitos que pueblan San Cristobal y alrededores no tienen demasiada importancia.
Siguiendo con mis tareas investigadoras decidí ir a Palenque, en plena selva Lacandona y dormir en una cabaña en medio de la selva. De camino a Palenque paré en Agua Azul, donde hay una serie de pequeños saltos de agua que han creado unas piscinas naturales de color azul turquesa. También paré en Misol Ha, una espectacular cascada de más de 30 metros donde pude bañarme aunque el inútil que me sacó la foto no cogió la cascada.
Una vez en Palenque, pude disfrutar de las ruinas en un ambiente selvático y ver las grandes vistas que hay en lo alto de los grandes templos. Aquí os dejo unos videos.
Por la noche me quedé a dormir en unas cabañas en El Pachán, en medio de la selva. Aquí, además de monos aulladores que te despiertan a las 4 de la mañana con sus estridentes rugidos, los pájaros y demás animalitos, podemos encontrar gran cantidad de viajeros y músicos.
Al día siguiente me trasladé a Frontera Corozal, que, como su nombre dice, está justo en la frontera con Guatemala. Frontera Corozal es el único punto desde el que puedes ir a las ruinas de Yaxchilán, donde llegas en barco a traves del río Usumacinta. Cuando estás en el rio no estás en ninguno de los dos paises y puedes ver Guatemala en una orilla y México en la otra.
Las lanchas cobran un precio muy alto por llevarte a Yaxchilán así que me uní a un italiano y una mexicana que salen juntos desde que se conocieron de Erasmus en Santiago de Compostela, para conseguir un buen precio.
Una vez en Yaxchilán, visité las ruinas. Están totalmente en medio de la selva y para ir de un edificio a otro tienes que caminar por en medio de la selva.
Además el 90% del recorrido estaba solo ya que fuimos los primeros en llegar y la gente que vino después tardó como una hora y media en llegar.
Proximamente, mis surrealistas experiencias cruzando la frontera y mi miedo feroz en lo alto del templo V de Tikal.
Ah!!! En el pueblo de Frontera Corozal hay un Ciber. Está en esta calle, en una chabola de madera. jajaj!
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martes, 19 de febrero de 2008
HIDROBOY
Hidroboy, siempre en la piscina, es el mejor siempre en bañador... Y yo sentado en mi toalla, el libro y el bronceador, mis walkman con dinarama, sonrisa y gafas de sol.
Esta canción resume casi al pie de la letra mi estancia en Puerto Escondido. Voy a cambiar algunas palabras para que sea aún más exacta:
Hidroboy, siempre en la playita, es el mejor siempre en bañador... Y yo tumbado en mi hamaca, la guía y el aftersun, mi ipod con pegamoides, sonrisa y gafas de pasta.
Este es mi resumen de los días en Puerto Escondido, estaba lleno de hidroboys e hidrogirls que se pasaban el día en el agua con su tabla de surf y simpre, absolutamente siempre, sea mañana , tarde o noche, iban en bañador. Mientras tanto, yo, siguiendo las recomendaciones de mi guia de viaje (habria que estar un poco loco para meterse donde el agua llega más allá de las rodillas sin tabla) no me metí más allá de mis tobillos ya que las aguas eran muy pelogrosas. Después, cuando no metía mis feos pies en el agua, estaba en mi hamaca o en mi toalla, con mis gafas de pasta, disfrutando del descanso en Puerto Escondido, escuchando a Alaska y Pegamoides (mil veces mejor que Alaska y Dinarama) y poniendome aftersun en mi quemada nariz mientras leía la guía para preparar mi próxima parada en San Cristobal de las Casas.
Hablado de casas, mejor dicho de cabañas, esta vez no estuve solo en el hostal, nisiquiera estuve en un hostal, estuve en Cabañas Edda. Me quedé en una cabañita por menos de 4 euros. La cabaña es muy sencilla, dos camas, mosquitera, una mesa y una hamaca fuera.
La verdad es que aunque parece cutre, a mi me gustó mucho y tuve la oportunidad de conocer a gente, pero el tiempo manda y me marché el sábado por la noche hacia San Cristobal de las Casas (Chiapas). Lo peor de irme de allí fueron los 25 minutos de dura y empinada expedición hasta la terminal de autobuses por no querer pagar un taxi. Gracias a ello, perdí unos cuantos kilos, empapé toda mi ropa de sudor que tuvo que sufrir acompañante en el autobús, me bebí un litro y medio de agua y me hice bastante daño en el hombro izquierdo y cuello. Todo culpa de la mochila que pesa como un muerto. Hoy aún no estoy totalmente reestablecido, me duele aún un poco el cuello y los pantalones se me caen. Afortunadamente ya me he cambiado de ropa.
Mis aventuras en San Cristobal, donde he hecho más amigos y donde estoy en un supermegahostal, en el próximo episodio del Camino de Luisba.
Que comste que esta entrada ha sido escrita con un teclado con las letras borradas. Parecía imposible.
miércoles, 13 de febrero de 2008
COMPLETAMENTE SOLO
Estoy solo, tan tan solo, completamente solo. Últimamente me ha dejado hasta mi sombra, ni los mosquitos se me acercan ya al oído , y lo peor y lo que más me duele es que si grito o si lloro mi voz no vuelve, y es que hasta el eco se ha ido para no volver
Nada como estas palabras de Nosoträsh para explicar como estoy ahora, en un hostal de Zihuatanejo completamente solo. Hoy se han ido las 2 personas que se hospedaban aquí. Soy el único inquilino del Rincón del viajero. De hecho duermo en el dormitorio compartido pero como no hay nadie lo comparto conmigo mismo. ¡Así que, habitación con 4 camas para mi solo por el precio de un dormitorio compartido!¡Genial! La dos personas que estaban hasta hoy eran, un americano que dormía en una tienda de campaña en el jardín y una gringa que dormía en una habitación individual. Pero bueno, no creo que esta situación dure mucho porque esta tarde tengo un billete de autobús para Puerto Escondido (12 horas de camino).
De todas formas, lo más divertido de este hostal no es la soledad sino las regaderas. ¿Que son las regaderas? Las duchas, y las duchas de este hostal son indescriptibles. A mi me parecen muy divertidas con plantas alrededor de la alcachofa de la ducha y una cortinita para tapar. ¡Como no hay puerta...! Bueno, aquí os dejo el video para que lo disfruteis. Además de las regaderas vereis el jardín y la puerta de mi habitación.
Este magnífico hostal no es lo único que tiene Zihuatanejo, también tiene otros atractivos como la playa de la ropa, que es muy chula y está llena de palmeras. Aunque tienes que pegarte una buena pateada para llegar. También puedes disfrutar del paseo del pescador, donde llegan los pescadores cada mañana con sus capturas. Ayer traían un pez espada de más de metro y medio. Lo malo de este pueblo es que está lleno de americanos, es como una invasión.
Bueno, ya os iré contando mis experiencias en las siguientes paradas, porque a pesar de estar solo la expeiencia esta siendo muy buena y estoy contento aunque esta semana perdiese el Espanyol.
viernes, 8 de febrero de 2008
APATRULLANDO LA CIUDAD
Al igual que nuestro gran amigo “El Fary”, mis primeros días de viaje me los he pasado “apatrullando” la ciudad, México D.F. Paseo de la Reforma arriba, Paseo de la Reforma abajo, pasando por el Bosque de Chapultepec, el centro histórico etc... Todo eso bajo un sol abrasador que ha hecho que me queme la nariz.
Pero voy a empezar por el principio, antes de “apatrullar” las calles del Distrito Federal pasé mi primera noche en Cancún, donde, además de compartir habitación con un tío igualito a Joselito y con dos gringos borrachos que llegaron a mitad de noche pidiendo “Tequila, please!”, lo más destacable fue el tapeo en el Parque de las Palapas, donde tomé un Tamal Yucateco llamado “Vaporosito” hecho a base de puerco, frijoles y una cosa con nombre raro. Todo ello envuelto en una torta y reenvuelto en hoja de plátano.
Al día siguiente, y sin aparentes problemas gastrointestinales derivados de mi deliciosa cena, partí para México D.F., donde mis primos David y Montse me esperaban para ir a Teotihuacan, lugar donde se encuentran las espectaculares pirámides del sol y la luna. A la vuelta de Teotihuacan aprovechamos para pasar por la Basílica de Guadalupe que, al igual que la catedral y otros edificios de la capital, se está hundiendo, ya que toda la ciudad está asentada en un lago.
El resto de días me los he pasado apatrullando el Zócalo desde donde grabé estas vistas que me ofrecía la terraza del hotel Majestic y donde me encontré a estos “Chavos” practicando Breakdance. También he apatrullado otros sitios turísticos de la ciudad pero no os voy a soltar el rollo que sería muy aburrido.
!!!SE RECOMIENDA A TODA PERSONA ESCRUPULOSA O EN PROCESO DE ALIMENTACIÓN ABSTENGASE DE LEER EL RESTO DE MI CRÓNICA!!!!
A partir de aquí viene mi parte favorita del viaje pero a los que os moleste oir hablar de ciertos temas escatológicos podéis dejar de leer ya.
Como es habitual en mi, he embozado el inodoro. No es la primera vez que me sucede esto en el continente americano pero si en México. El problema de esto, es que este pequeño incidente está durando más de lo habitual. Mi querida amiga caquita se resiste a dejar su lugar en la tubería. Lo he probado todo, desde tirar de la cadena en repetidas ocasiones, hasta dejar toda la noche un líquido desatascador especial para estas ocasiones , pasando por tirar agua hirviendo en un wok (la ollas estaban ocupadas, así que imaginarme a mi con un wok lleno de agua hirviendo yendo a desatascar el water). Pero nada, todos mis intentos han sido en vano. Pobres David y Montse! Este pequeño problema es cada día mayor por eso hago un llamamiento desesperado a todo mis desocupados lectores para que si tienen conocimiento de algún método efectivo para desatascar mi pequeño residuo orgánico, lo hagan constar en un comentario porque me puede ser de gran ayuda.
Por cierto, hablando de mierda, me hace mucha gracia como los Mexicanos le llaman de forma fina “producto”.
La buena noticia de la semana es que el Espanyol ganó y ya volvemos a ser terceros.
sábado, 2 de febrero de 2008
¡ANULA EL BILLETE DE AVIÓN!
¡Anula el billete de avión!-Esta fue la frase que tuvieron que escuchar mis oídos el miércoles en la consulta de médico. ¡Quién me mandaba a mi ir al médico! Aunque hubiese pasado una noche fatal, con fiebres altas y sin poder dormir. Aunque toda la mañana del miércoles hubiera sido igual de pésima que la noche. ¡Quién me mandaba a mi ir al médico! No se por que lo hice pero fui. Y después de examinarme largo rato me dijo la famosa frase - ¡Anula el billete de avión! - ¿Podía una mísera fiebre un poco alta dejarme en tierra? ¿Podía una moderada debilidad generalizada retenerme en Barcelona? ¿Podía la falta de un diagnóstico claro fastidiar mi viaje? ¿Era necesario esperar una semana a los resultados del análisis de sangre y orina? Sólo cabía esperar un reestablecimiento total antes del domingo.
Afortunadamente, a pesar de mi pesimismo inicial, fui mejorando día a día y en estos momentos me encuentro ya totalmente recuperado y listo para la partida. Si los análisis reflejan algún tipo de problema, ya veremos que pasará, pero mientras tanto voy a disfrutar de mis primeros días de viaje, tal como estaba haciendo con mis últimos días en casa antes de caer enfermo. Días que estaba aprovechando para despedirme de mis queridas patatas bravas del Bar Tomás, de las pizzas de toda la vida delante del cole, del fricandó de mi madre, de mi última tortilla de patatas, del jamón, del queso, de los embutidos etc...
Todo esto me hace pensar en una cosa. ¿Habré engordado estos días? ¿Me serán útiles estos kilitos de más? ¿Cuándo acabe el viaje seguiré con el mismo peso? ¿Adelgazaré? ¿Engordaré? Sólo el tiempo lo dirá. De momento, ante
tanta pregunta sin respuesta, he decidido que por lo menos tengo que saber cuanto peso en estos momentos y así a la vuelta podré hacer una evaluación de la evolución de mi peso durante el viaje. De momento, y según la foto que me he hecho hoy mientras me pesaba, la báscula maraca 77,5 kilos. ¿Cuanto pesaré a la vuelta?
Afortunadamente, a pesar de mi pesimismo inicial, fui mejorando día a día y en estos momentos me encuentro ya totalmente recuperado y listo para la partida. Si los análisis reflejan algún tipo de problema, ya veremos que pasará, pero mientras tanto voy a disfrutar de mis primeros días de viaje, tal como estaba haciendo con mis últimos días en casa antes de caer enfermo. Días que estaba aprovechando para despedirme de mis queridas patatas bravas del Bar Tomás, de las pizzas de toda la vida delante del cole, del fricandó de mi madre, de mi última tortilla de patatas, del jamón, del queso, de los embutidos etc...
Todo esto me hace pensar en una cosa. ¿Habré engordado estos días? ¿Me serán útiles estos kilitos de más? ¿Cuándo acabe el viaje seguiré con el mismo peso? ¿Adelgazaré? ¿Engordaré? Sólo el tiempo lo dirá. De momento, ante
tanta pregunta sin respuesta, he decidido que por lo menos tengo que saber cuanto peso en estos momentos y así a la vuelta podré hacer una evaluación de la evolución de mi peso durante el viaje. De momento, y según la foto que me he hecho hoy mientras me pesaba, la báscula maraca 77,5 kilos. ¿Cuanto pesaré a la vuelta?
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